domingo, 23 de mayo de 2010

Sombras...

Sombras
tan opacas
que te hacen recordar aquel pasillo de la infancia que no te atrevías a cruzar.

Sombras tan oscuras
que te hacen dudar de si realmente hay vuelta atrás...

Sombras de escombros, sombras de alcohol, sombras dementes, sombras sin sol...

Sombras de aquél que se supo a salvo...
Sombras de quien anduvo sonámbulo.

Sombras que mueven los hilos, que pulsan las teclas,
que te susurran al oído...
Sombras oscuras que se mueven sin previo aviso.
Sombras que lloran, que gritan, que dan alaridos...
Sombras que gotean, que se agitan,
que imitan tus gemidos...

Sombras, en definitiva,
QUE VIVEN CONTIGO...

4 comentarios:

Isabel Martínez Barquero dijo...

Ay, querida Zoe, con muchas sombras te veo. Menos mal que para que existe sombra es precisa la luz.
Un abrazo enorme.

mariajesusparadela dijo...

Enciende la luz o sal a la calle: La única sombra que te acompaña es la tuya propia y esa no es mala, solamente repite lo que tu haces, la tienes, ya, domesticada.

Unknown dijo...

Sombras, nada más. Como dice el tango.
Gracias por volver a pasarte por mi blog.
Y por volver.

*-* dijo...

Muchas gracias Isabel, Mariajesús y BLANCO.
Gracias por vuestras lecturas y vuestras palabras.
Un fuerte abrazo!!