jueves, 26 de febrero de 2009

Maribel, crítica literaria/3

Anoche estuve en la cama con Paul Auster. Estuve en la oscuridad con él a través de August Brill, o con August Brill a través de él… Quién sabe. Estuvimos los tres tumbados boca arriba toda la noche, y por la habitación se pasearon multitud de personas que nos miraban expectantes.

Al final, una frase, ni de Auster ni de Brill, sino de Rose Hawthorne: Mientras el peregrino mundo sigue girando.

Contengo las lágrimas en el último párrafo, exhalo un suspiro al cerrar el libro y me vuelvo hacia la persona que duerme a mi lado… Mas el mundo sigue girando y ésta ya es otra historia…

2 comentarios:

Isabel Martínez Barquero dijo...

Zoe, con Auster. ¡Qué cosas! No me importaría a mí, pero primero Georges, el Clo... ¡Me tengo que ir! Sigo otro día. Nos vemos.

*-* dijo...

El señor Auster está de muy buen ver. Es esta Maribel, que me ha salido muy promiscua ;D
Vuelve cuando quieras, eres más que bienvenida.