Anoche estuve en la cama con Paul Auster. Estuve en la oscuridad con él a través de August Brill, o con August Brill a través de él… Quién sabe. Estuvimos los tres tumbados boca arriba toda la noche, y por la habitación se pasearon multitud de personas que nos miraban expectantes.
Al final, una frase, ni de Auster ni de Brill, sino de Rose Hawthorne: Mientras el peregrino mundo sigue girando.
Contengo las lágrimas en el último párrafo, exhalo un suspiro al cerrar el libro y me vuelvo hacia la persona que duerme a mi lado… Mas el mundo sigue girando y ésta ya es otra historia…
2 comentarios:
Zoe, con Auster. ¡Qué cosas! No me importaría a mí, pero primero Georges, el Clo... ¡Me tengo que ir! Sigo otro día. Nos vemos.
El señor Auster está de muy buen ver. Es esta Maribel, que me ha salido muy promiscua ;D
Vuelve cuando quieras, eres más que bienvenida.
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