martes, 8 de marzo de 2011

Líneas


Una mañana me dio por observar con detenimiento las líneas de mis manos.
Más que líneas, eran ramas de un pequeño árbol junto a mi muñeca.

Las que rodeaban mi delgado monte de Venus prometían longevidad en alguna de mis vidas.
Las que guiaban mis emociones, se alzaban vigorosas hacia el dedo índice reafirmando mi sensibilidad.
Aquéllas que surcaban el pequeño tronco del árbol de un extremo a otro, las que muestran el camino de la cabeza, se diluían curiosamente en miles de recovecos.

Y aquellas que guíaban mi destino, los surcos longitudinales que misteriosamente dividen la mano, parecían luchar por seguir un rumbo fijo... Pero su final se dividía claramente en dos.

No era de extrañar...

4 comentarios:

Isabel Martínez Barquero dijo...

Hola, Zoe, cuánto tiempo sin pasar por tu entrañable álbum.
Después de leerte, me miro las palmas de las manos y no sé qué decir. Ya quisiera saber un poquito de quiromancia, pero no es así. Sólo veo líneas profundas y muy marcadas con otras más sutiles.
Ay, la de lenguajes ocultos que desconozco.
Un abrazo muy grandote, por todo el tiempo que he estado sin dártelo.

*-* dijo...

Hola Isabel!! Qué alegría leerte por aquí!!
¿Qué tal todo?
Sí que hace tiempo, sí.

En realidad mi fascinación es el lenguaje oculto de los sueños, pero al fin y al cabo creo que está todo conectado, ¿no te parece?

Un abrazo muy fuerte! Y muchas gracias por tu comentario!

Fontenla dijo...

¿Qué esconderán mis rayas?

*-* dijo...

Secretos maravillosos...